Gracias, 2025, por volver a mostrarme el camino 🙏🏻


Hola Reader,

Ya estamos en diciembre y llega ese momento del año en el que inevitablemente miramos hacia atrás: hacemos balance, revisamos lo vivido, las lecciones aprendidas… y empezamos a imaginar lo que deseamos para el nuevo año.

Para mí, 2025 ha sido uno de los años más duros que recuerdo.
Los primeros siete meses fueron especialmente difíciles: sentía que nada me salía bien, que mis esfuerzos no daban fruto y, te soy sincera, hubo días en los que pensé seriamente en tirar la toalla y desaparecer por un tiempo.

Trabajé durante dos meses como teleoperadora para una empresa de seguros, intentando ayudar económicamente a mi familia y, al mismo tiempo, reunir algo de capital para invertir en nuevas formaciones para vosotras. Pero cuando terminó el periodo de prueba… me despidieron.

Después de ese golpe decidí que agosto sería un mes de calma: respiré, solté el control y me permití disfrutar de mi marido y mi hijo.
Recibí también a mi hermana, mi cuñado, mi sobrina y su pareja. Fue una tarde preciosa, de esas que te recuerdan que la vida también está llena de regalos.

Y entonces, cuando ya había decidido dejar de luchar contra la corriente…la vida me sorprendió.

A finales de agosto recibí una propuesta que jamás pensé que llegaría en ese momento: dar clases online utilizando Montessori a un grupo de niños de 8 a 10 años.

Era un contrato de tres meses, para sustituir a una profesora en baja maternal, y ha sido una experiencia tan bonita, tan enriquecedora y tan sanadora, que me devolvió la esperanza… y me reconectó profundamente con Montessori.

Le agradezco de corazón a Mercedes Gil, de Montessori British, por esta oportunidad que viví con tanta ilusión.

Este mes termina el contrato y, si todo sigue su curso, la profesora regresará de su baja. Lo más probable es que tenga que dejar la escuela, y si ese momento llega, lo haré con muchísimo amor y gratitud. Haber trabajado con esos 9 niños y niñas maravillosos ha sido un regalo que no olvidaré.

Todo esto me ha hecho reflexionar mucho…

Cómo un año puede empezar tan oscuro, tan torcido, tan lleno de dudas… y de repente, sin esperarlo, la vida te abre una ventana.

Dicen que “la suerte no cae del cielo”.
Para mí, este año sí cayó.

Y llegó en forma de una oportunidad que me recordó por qué empecé este camino y cuánto disfruto acompañando a las familias.

Ahora miro hacia 2026 con el corazón abierto, esperando nuevas oportunidades, nuevas conexiones y nuevos caminos para seguir ayudando a mamás como tú a llevar Montessori a sus hijos e hijas.

Te deseo una semana preciosa, un diciembre lleno de luz y un balance de año que te deje el alma tan llena como me la ha dejado a mí.

Con cariño,
Alessandra – Nuestros Momentos Montessori

P.D.: Si siempre has querido hacer una formación conmigo, prepárate… porque en 15 días se abrirá una oportunidad imperdible. Será tu momento. No te pierdas las próximas newsletters.