"Es imposible no castigar a un niño", me dijo una mamá...
|
Una vez, estaba en una mentoría con una querida mamá de dos niñas mellizas. "Ah, Alessandra, seamos sinceras... es imposible no castigar a un niño." Me gustó que tuviera la confianza para abrirse de esa manera y decir algo que muchos piensan, pero pocos se atreven a hablar. Muchos adultos creen que es imposible dejar de castigar a un niño, y que si no lo haces, estás siendo permisivo. Porque hemos sido educados así —por nuestros padres, profesores o cuidadores—. Pero no basta con que el niño deje de comportarse mal. Muchas veces castigamos a los niños por pura venganza. Entiendo que todos estamos bajo presión: trabajo, casa, familia, falta de sueño (a veces)… Pero ojo: reconocer que somos humanos —y, por lo tanto, capaces de cometer errores— no significa que tengamos carta blanca para castigar. Porque el castigo no educa. Sí, es posible educar sin castigos. La mayoría de las familias que aplican nuevas herramientas logran buenos resultados por unos días… pero luego abandonan. Repetir herramientas como un loro no es educar, es adiestrar. Cuando logres comprender que el castigo tiene mucho más que ver contigo que con tu hijo, empezarás a ver todo de una manera diferente. Te deseo un feliz jueves, PD: Si te gustaría aprender herramientas y cómo aplicar la Disciplina Positiva para reducir los castigos en casa, puedes apuntarte a este curso. Y si crees que necesitas algo más personalizado, recuerda que tenemos el Programa Personalizado Logra Ser un Adulto Preparado, mi mentoría individual. |